Noticia elaborada por Virginia Caballero 1ºE a partir de esta noticia
A finales del 2009, se descubrió un nuevo tipo de agujero negro gracias a observaciones hechas con el telescopio espacial de rayos X, XMM-Newton, de la Agencia Europea del Espacio (ESA).
Se trata de una agujero negro con una masa 500 veces mayor que la del Sol. Con esa masa se trata de un caso intermedio entre los agujeros negros pequeños (con una masa similar a la del Sol) y los que se ven en el centro de muchas galaxias, que, además, son un millón de veces más masivos.
El espacio entre las galaxias que integran un cúmulo está lleno de una enorme cantidad de gas atrapado por ellas y que se encuentra muy caliente. Antes de XMM-Newton se pensaba que ese gas se debía enfriar lentamente según cae hacia el centro del cúmulo. La sorpresa fue que los espectros de los primeros cúmulos observados con XMM-Newton no revelaron muestra alguna de ese enfriamiento. ¿Qué hace que el gas se mantenga caliente? Debe de haber alguna fuente calor.
La fuente de calor es el gigantesco agujero negro de la galaxia situada en el centro del cúmulo, que atrapa el gas de su entorno, que a su vez cae en remolino a velocidades vertiginosas. La rotación del agujero negro hace que se formen chorros de partículas aceleradas a velocidades altísimas, próximas a la de la luz. Los chorros escapan del agujero negro y de la galaxia misma, chocando con el gas del cúmulo, calentándolo, frenando su caída y provocando finalmente que el agujero negro se apague por falta de gas que devorar.
En la imagen de abajo podemos observar el cúmulo de galaxias con cientos o miles de galaxias ligadas debido a la atracción gravitatoria. Las observaciones de rayos X del telescopio XMM-Newton revelan el gas muy caliente que rellena el cúmulo; las galaxias, son los objetos rojos y brillantes observados por el telescopio VLT.
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